En pleno inicio de la Semana Menesiana en todos nuestros Centros, me planteaba esta pregunta, que quería compartir con todos vosotros. Son muchas actividades, eventos, gestos fuera y dentro del aula… Y me parece una oportunidad buena para dialogar con esta pregunta y buscar respuestas que den sentido a todo lo que hacemos con ellos. ¿Qué podemos ofrecer a nuestros jóvenes?
Me planteo tres claves importantes que podemos ofrecerles:
1. Autenticidad. Es decir, ser nosotros mismos, transparentar esos principios y valores que nos mueven cada día en nuestra tarea educadora. No se trata de ofrecer la mejor cara y ocultar los errores. Más bien pienso, en ser honestos, aceptando nuestras fragilidades e inconsistencias, y ser capaces de compartir la vida que nos mueve, la pasión que nos aprieta por dentro (si la hay) y ser testigos de la alegría de compartir ese espacio menesiano común, nuestro colegio, ¡el de todos!
2. Escucha. Durante esta semana compartimos otros especios, actividades más allá de las aulas y de lo formal. Actividades, juegos, gestos, celebraciones, salidas, ¡qué sé yo!, … Un sin fin de oportunidades, para dialogar de otra manera, atrevernos a preguntar, y sobretodo, escuchar. Escuchar prestando atención a lo que dicen y hacen, y caminar junto a ellos a los largo de la semana. Hacerles entender con nuestra manera de estar y escucharles, que ellos, como para Juan María de la Mennais, ellos son importantes para nosotros, donde Dios se nos regala.
3. Espacios de encuentro. Una semana donde debiéramos cuidar con especial atención nuestras relaciones. Potenciar las relaciones con ellos mismos, ayudando a sacar todo lo bueno que cada uno lleva. Favoreciendo las relaciones con los demás, desde el respeto, la participación, y el aprendizaje para la vida que podemos hacer desde el juego. Y como no, el encuentro con Jesús. Para esto hace falta testigos, hombres y mujeres que hemos sido tocado por ese amor incondicional, y que con nuestra manera de hablar, estar, y tratar , les hacemos experimentar esa misma incondicionalidad, despertando esa pregunta inesperada, «Pero esto ¿porqué lo hacer?»
Una semana para compartir nuestra pasión por los niños y jóvenes y por nuestra tarea educadora, ¡toda una vocación! Gracias y ¡Feliz Semana Menesiana a todos!
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